La búsqueda de placer es el motor de cualquier proceso de mejora personal, entendiendo el placer como el goce físico o espiritual obtenido por realizar algo que se considera beneficioso; de ahí la elección de "ad libidum" como filosofía de trabajo.
La expresión latina "ad libitum", con su componente volitivo, hace referencia al deseo de evolución, a lo propositivo que es cada proceso y la palabra "libido" es conocida como sinónimo de placer sexual. A pesar de que en todos los ámbitos sexológicos se entienda placer erótico por placer sexual prefiero circunscribirme al significado estricto de lo sexual. De este modo, la libido habla de todo tipo de placer que siente una persona; puesto que, como seres sexuados que somos, todo el placer y el bienestar que percibimos lo hacemos desde nuestra manera única e intransferible de ser mujer u hombre en este mundo.